Todo sobre la mierda
Querid@s amig@s:
Por favor disculpad lo gráfico del título de mi contribución de hoy que, en seguida, explicaré. La flor de loto, en el budismo tibetano es el símbolo de la más noble virtud, el amor o la compasión, que crece... en la mierda, en el barro fangoso y maloliente, desecho inmundo de este planeta. Pero es muy distinto explicarlo abstractamente a experimentarlo. Por eso os ofrezco hoy, con el poder de la narración, mi vivencia que puede convertirse en vuestra... si el relato no os resulta demasiado insoportable. Es legítimo dejar de leer. Vamos allá.
He estado alejado de este foro durante algún tiempo; la razón una operación para extirparme el recto, lugar en el que estaba alojado el tumor cancerígeno que detectaron hace meses. Me explicaron maravillosamente el procedimiento que iban a realizar y yo lo entendí sin dificultad, también la parte menos placentera del asunto. Eso pensé, y sin embargo, no tenía ni idea de lo que se me venía encima.
Al parecer se puede vivir sin recto, la última parte del intestino grueso, y los cirujanos han hecho algo prodigioso al extirparlo y conectar mi colon al ano. Permitir cicatrizar esta zona sin los estorbos de los desechos es vital para evitar infecciones, así que la opción al uso es una ileostomía, o creación de un orificio o estoma en el abdomen por donde se extrae una pequeña porción del íleo, parte del intestino delgado, como nueva vía de evacuación. Y, así, tal como explica una de mis enfermeras favoritas, a quien siempre agradezco su buen humor y su candor, me ha salido un culo a 5 cm del ombligo.
Mi nuevo culo va conectado a una bolsa, conectada a una arandela adhesiva que, pensaba, había aprendido ya a cambiar para mantener la higiene de la zona. La caca es ácida y daña la piel que hay alrededor si hay filtraciones no deseadas. Pues bien, del dicho al hecho vuelve a haber un buen trecho y ayer, por enésima vez, antes de desayunar, después de dos horas en el baño, tras numerosos intentos fallidos y accidentes en los que mis desechos salían de repente en los momentos y lugares más inesperados, me encontré profundamente irritado con todo y con todos. Profundamente.
No solo con mi mierda descontrolada, sino también con la mierda del mundo, con los que han votado de una manera en las recientes elecciones de EEUU y con los otros, que se creen mejor que los primeros. Con el gobierno de España y con su oposición. También con los negacionistas de la pandemia COVID-19 y los que desdeñan tales opiniones, con los antivacunas y con los pro-vacunas. Me sentí infinitamente cabreado con los ignorantes y con los sabios, tan sabios como ineficaces. Y particularmente con mi ex, que sigue hinchándome las narices casi dos años después de nuestra ruptura y me escribió para decirme que sabía que no deseaba que me escribiera, y que rezaría por mí.
Irritado con la gente a la que le caigo mal.
Con aquellos que me ignoran.
Con los que me quieren tanto que me agobian.
Y, sobre todo, conmigo mismo por agobiarme con los que me quieren tanto. Con los que practicamos la compasión y fallamos miserablemente y con los que desprecian el tema.
Y aquí ya salió todo, creo. Inoportuno, descontrolado y maloliente. No tuve prisa en rectificar, aprender, comentar, y te ruego que tú tampoco la tengas con esta historia. Ni siquiera tenía que haber limpiado si no me hubiera dado la gana, ésta fue mi elección (obvia) pero también mi libertad. Pero sí, pasado el torbellino de mierda, hoy prefiero higienizar mi vida y continuar aprendiendo a gestionar toda esta inmundicia, que no va a terminar nunca: real como la mierda misma, como los seres humanos, como yo mismo.
Porque aunque ayer no lo veía, entre todo esto, en la nada que lo une todo, tanto la mierda como la belleza, en esta nada que es el TODO, está la compasión o AMOR con mayúsculas. Está la posibilidad de encontrar y construir lo que nos gusta. Está la opción de limpiar la mierda y de reírnos de ella, de disfrutar con una deliciosa comida que genera desechos, o con una discusión con quienes piensan distinto a nosotros. Está la oportunidad abonar esta tierra para cultivar la flor de loto y crear belleza. No podría hacer nada de esto a solas, o sin la terrible mierda. Imposible.